domingo, 27 de septiembre de 2015

Estás tan cerca, que me como los kilómetros
Sin aliento.
Siete minutos, si no llueve, pocos más 
Entre los charcos.
Estás tan cerca, que puedo oír el latido
Del pájaro de tu corazón, inquieto.
Tu tristeza.
La suave molestia en tu riñón.
La danza de las canicas dentro de 
Tu mano.
Tan cerca, tan cerca.
Casi logro deslizar mis dedos en tu sien,
Casi sientes el aire envolverse
Alrededor de tu cara.

Es domingo, llueve, hace frío.
A nadie se le ocurriría salir 
A lo desconocido.

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