lunes, 20 de enero de 2014

Ya es de noche.
Me quedé sorprendida
Viéndote salir.
Quién más, si no, me soportará.
Abriste su párpado con el filo
De tus letras, escapaste.
Ahora todas las vocales marchitan,
Se queja el papel,
Llora la tinta.
Sólo me queda gritar, 
Gritar esos verbos desnutridos
En la palma del día.
Sin embargo-

Tú sabes que yo soy caballo,
(A los chinos se les daba bien eso de
Adjudicar animales).
Me desboco sin ánimo de ofender.
Me desvivo sin atragantarme.
Me asusto sin miedo.
Sigo pensando una clave para mi
Mi.
Busco la cerradura perfecta,
La llave de agua que solucione
Ese silencio (que a veces me ahoga).
La herradura perfecta de mi ser.
Quizás, despacio-

Un mundo debajo de este océano.
Flotamos dentro de una nube.
Quizás nos evaporemos sin querer,
Cuidado.
Sigues las huellas de mis pasos,
Marcados en tu melancolía,
Pero llegas tarde.
Ya cae la noche de terciopelo
Sobre mis mejillas, ya nada
Puedes hacer.
Humedad, humedad, humedad
El mi tripa.

Estallaste, como sólo tú sabes hacer,
Después del cielo, antes del trueno.
Volaron tus tripas, arco iris de esperanzas.
Estallaste y todas tus ideas equivocadas
Contigo.
No hubo luces ni sonidos extraños.
Cuatro palmos de daño.
Tres segundos de dolor.
Estallaste y se quedaron mirando,
Nadie captó tu mano siquiera,
No hubo gritos ni lágrimas
Dentro del saco de tus sesos.
Palpitando, tembló el corazón, 
Sin caricias dio su último suspiro.


http://www.youtube.com/watch?v=SapClGprE2A