jueves, 12 de febrero de 2015

El día que empezaste a irte
Llegué a mi misma
Me abriste tus riñones
Como puertas rojizas
Me mostraste mis miedos
Todos y cada uno 
Incluso los caducados
Olvidados o guardados
El día que empezaste a irte
El sol descansó en tu pelo
Se hizo silencio
Y noté la verdad en tu aliento
En tu mirada apagada
Aún con tanta luz
Toda tu vida era la flecha
Que no supe seguir

Emprendiste el camino
Dándome casa
Quizás la muerte llega de puntillas
Quizás la muerte sea un susurro
Y nosotros el grito