Sin luna
Anoche caminé
Tristes se posaban los árboles
Aullando con sus hojas decaídas
Anoche me escapé
De todo este ruido, del murmullo, del abecedario tuyo
Decidí reinventarme
Observé las piedras
Pero todas y cada una gritaban lo mismo
Anoche ahogué el ruidoso silencio de mi alma
Exprimí de nuevo su esencia
Me propuse ser fuerte y, de paso
obsequiarte con mi ausencia
Luego puertas, puertas, cerraduras
El felpudo de mi corazón
Ante tus pies de mármol
No hay comentarios:
Publicar un comentario