DAME EL PARAGUAS
Últimamente lloro mucho
Lloro en tiendas, bares, en el trabajo,
En mi casa, en tu casa, en clase
En los ascensores (esos refugios espaciales),
En mi almohada, en la sorprendida mirada de aquel señor
En el café, en una taza vacía, en seco
En la lavandería y en la piscina, en los barquitos de tus uñas
Y en la destreza de esa divinidad
Que tanto me emociona en este nuestro traspaso
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