jueves, 16 de febrero de 2012

DAME EL PARAGUAS



Últimamente lloro mucho

Lloro en tiendas, bares, en el trabajo,

En mi casa, en tu casa, en clase

En los ascensores (esos refugios espaciales),

En mi almohada, en la sorprendida mirada de aquel señor

En el café, en una taza vacía, en seco

En la lavandería y en la piscina, en los barquitos de tus uñas

Y en la destreza de esa divinidad

Que tanto me emociona en este nuestro traspaso

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