Pendiendo del sol
abro los labios
los sueños dorados
saltan entre los dientes
Acaricio con mi lengua
el rayo lucido del mechón
que te cae sobre la ceja
Has cambiado
He cambiado
Un viernes se abre el otoño
desde mis tobillos
hasta tus hombros
La luz atraviesa las hojas
el bosque nos canta quieto
adormilado
Suavemente tocamos el agua
nos derretimos río abajo
fundimos con las canicas
que un día apostamos
Somos la danza de la gota
el baile de la hoja
y la quietud del amor
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