sábado, 7 de junio de 2014

Por qué me escribes
De la espuma de tus dedos
Amanezco perturbada
Por qué me escribes 
Cuando la hierba aún mojada
Duermen los grillos
Y todos y cada uno de los ladrillos
Pierden su rojo
Destellos de lindeza entre sienes
Aumentos notables de niveles
De recuerdos no recuperados
Por qué me escribes tanto
Si no me quedan letras
Hundí todos los puntos
Apenas queda un hueco
Donde rozar el labio
Un aroma a quemado
Corazón

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