-La canción de la niña enfadada-


Entonces me callo,  me da lo mismo.
Me podéis rascar la barriguita,  no pienso reírme.
Tú sigue hablando,  caerá en el vacío de este saco
Cada una de las sílabas que escupes.
¡Si esto es un paraíso!  ¡Todo cabe!
Te me puedes reinventar, no pienso mirar.
Me voy a esconder en un baúl  antiguo,   
Quizás llegue a Grecia flotando,  o a tu mesa
Que huele a madera y tinta.
Si me da,  me convierto en la mancha del   medio,
Creando formas irresistibles que probará tu lengua
Adiestrada.
Te sorprendería lo dulce que soy.