domingo, 5 de enero de 2014

Partimos, el viaje empezó.
No quedan zapatos que valgan,
La arena es un pasillo delicado.
Mares donde las gaviotas guardan tesoros,
Estrellas que aguardan horas a solas.
Caminos blancos como tu pelo.
Narices pequeñas, ojos amuletos,
Cortinas de pestañas que atravesar.
Pasillos de gargantas, botones de huellas,
Aliento en perlas.
Cada peca cien gramos.

Desde hace mil kilómetros te quiero.

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